domingo, 9 de febrero de 2014

¿TE QUIERES?

"Cada cual se tasa libremente en alto o bajo precio, y nadie vale sino lo que se hace valer; tásate, pues, como libre o como esclavo: esto depende de ti". Epícteto.



¿TE QUIERES? ¿Te tasas en alto o en bajo precio?

¿Te ha infestado el virus del desprecio a ti mismo?; el único remedio conocido para esto es una buena dosis de amor propio, o amor a ti mismo. Pero quizá hayas crecido con la idea de que está mal amarse a sí mismo. Y esto es lo que vas a tener que aprender si quieres ser feliz ya que en ninguna circunstancia es mejor odiarse que quererse a sí mismo.



CÓMO EJERCITAR EL AMOR A UNO MISMO

La práctica del amor a uno mismo comienza con ser consciente de tus propios pensamientos autodestructivos. ¿Rechazas los cumplidos que recibes? ¿Crees que no te mereces las cosas? Sé consciente de cómo piensas en relación a ti mismo, y cambia ese pensamiento por otro distinto, en el que te valores más. TRÁTATE BIEN, pronto se convertirá en un hábito.



- Acepta los cumplidos agradeciéndolos.
- Corre el riesgo de amar y ser amado.
- Empieza a elegir las cosas que más te gusten en cada situación. Date un verdadero gusto, porque te lo mereces. Destierra la conducta abnegada en la que te niegas a ti mismo.
- Toma tiempo para ti y haz cosas que te gusten, toma tiempo para una siesta, dar un paseo, inscríbete a alguna organización o apúntate a alguna actividad que te guste.
- Elimina la envidia reconociéndola como una manera de rebajarte a ti mismo. No midas tus propios méritos comparándolos con los de los demás.
- Cultiva la vida sana. Elige una comida buena y nutritiva, elimina el exceso de peso, haz ejercicio, duerme bien. Cuida tu cuerpo para que sea atractivo y goce de buena salud.
- Elige realizarte sexualmente. Tu propio placer es importante.
- Deja de equiparar tu rendimiento en cualquier cosa con tu propia valía. Tienes un valor dado independientemente de tus logros. Es tan absurdo hacer que lo que tú vales dependa de algún logro externo como lo es hacer que dependa de la opinión de otra persona.
- Y recuerda siempre que en ninguna circunstancia es mejor odiarse que amarse a sí mismo.

¿Se os ocurren más cosas para ejercitar el amor a uno mismo?




FUENTE: "Tus zonas erróneas". Wayne W. Dyer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario